Las procesiones de Semana Santa de Popayán

Las procesiones de Semana Santa de Popayán

Las procesiones de Semana Santa de Popayán

El centro histórico de Popayán es el escenario de la celebración cultural de la Semana Santa. Reunidos en torno a la conmemoración de la muerte y resurrección de Jesús, la comunidad payanesa recorre en las procesiones un itinerario de aproximadamente dos kilómetros, en el cual se evidencia el empeño de miles de familias locales encargadas de construir los pasos, imágenes representativas de la Pasión de Cristo. Los oficios tradicionales asociados a la elaboración de los pasos y de la procesión son fuente de generación de empleo y de ingresos para la economía local.

Testimonio

«La Semana Santa es el alma de la ciudad, es el evento cultural más antiguo de América, y del cual los payaneses vivimos orgullosos, y la junta, es como la albacea. Esto se creo para poder conservar y preservar esta tradición para las futuras generaciones. Llevo 37 años de carguío. Carguero es la persona que lleva sobre sus hombros las andas de las diferentes escenas de la pasión, muerte y resurrección de Jesús».

«El universo conspiró y no sabemos si Popayán fue hecho para las procesiones o las procesiones para Popayán, porqué, la traza urbana de cuadrícula perfecta solo va hasta los extremos de la ruta procesional, de ahí para allá, pierde este diseño.En Popayán hay 100.000 personas en la calle, a lo lejos oyes la banda de la policía, los tambores, y resulta que cuando vienen dos personas, que nosotros les decimos las escobitas porque tratamos de que salgan con la escoba antigua, van limpiando las calles, la gente se sube al andén y guarda silencio o el que no quiere se va por delante de la calle. Entonces, quien realmente abre la procesión es el barrendero, después está el monaguillo con la cruz alta, (esos son personajes únicos en el mundo), después están los regidores que están vestidos de frac, a la usanza de 1900 con una cruz, que es la máxima autoridad en la procesión, la sahumadora que es también un personaje único en las procesiones de Popayán, que son niñas entre los 16 y 22 años que llevan un sahumerio purificando el aire por el que viene la imagen de Jesús o la virgen. Pues estos personajes para mi, me parece que son fundamentales y los moqueros son niños que van quitándole el moco a las velas. Estos personajes me parece que son, que sin ellos, no se podría hacer procesión.Ininterrumpidamente hablando, son las procesiones más antiguas del mundo.»

Felipe Velasco es miembro activo de la Junta de Semana Santa de Popayán, síndico y carguero desde hace 37 años. En su rol de síndico se encarga de la conservación y el cuidado de los elementos que conforman el paso y en el de carguero, de llevarlo a lo largo de la procesión. Sus anécdotas sobre la Semana Santa son innumerables, pues ha participado en ella desde que tiene uso de razón y es el motivo por el que sostiene que realmente no sabe si Popayán fue hecho para las procesiones, o las procesiones para Popayán.

Ximena Thiermann

Esto fue algo que iniciaron los colonizadores españoles en Popayán, hace más de 450 años allá noticia escrita de que se celebraba semana Santa en Popayán.

«Lo que hace especial a la semana santa en Popayán es que ya no es solamente una manifestación, aunque conserva su origen religioso hoy día ha trascendido ese origen religioso y es una manifestación cultural del pueblo de Popayán y de su ciudadanía.»

«Se adquiere el gusto por la semana Santa desde muy niños. Los payaneses que participamos en la Semana Santa, nos ocupamos de llevar a nuestros hijos, a nuestros sobrinos, a nuestros nietos, desde muy tierna edad, a que presencien las procesiones y les explicamos cada paso y cada representación, qué es, y por qué está allí, y de allí empieza a nacer esa devoción apasionada de los payaneses por su Semana Santa.»

Juan Caicedo Ayerbe es miembro activo de la Junta de Semana Santa de Popayán, es síndico y fue carguero durante 47 años. En ese tiempo, llegó a cargar junto con su padre, hermanos e hijos. Cuenta que esta manifestación, de la que se tiene registro escrito de hace más de 450 años, ha trascendido el origen religioso y se ha convertido en una manifestación de interés cultural. Así mismo, sostiene que el gusto por la Semana Santa es algo que se adquiere desde muy niño, pues generalmente los adultos se ocupan de llevar a los hijos, nietos y sobrinos, y de explicarles sobre los pasos, imágenes y demás elementos que conforman las procesiones, además del porqué de su presencia.

Ximena Thiermann

Yo pienso que no se aprende a ser Sahumadora, es algo que todas las mujeres payanesas llevamos en nuestra sangre. Cabe resaltar que para ser Sahumadora, sólo se puede ser una vez en la vida, esto con el fin de darle la oportunidad a todas las niñas de que participen en esta labor tan bella de ser Sahumadora. Pues yo creo que mi mayor anécdota de la participación mía dentro de la Semana Santa, ha sido el día que salí de sahumadora fue en 2018. Fui sahumadora del Santo Ecce Homo del martes santo del cual es sindico el doctor Juan Caicedo. Para mí como mujer fue un orgullo, una mujer payanesa es un orgullo, y más cuando vienes de una familia que también tiene la tradición en su sangre. Mi padre es carguero, mis primos son cargueros, entonces yo fui la primera mujer sahumadora en esta familia fue un orgullo. Fue una noche increíble, que guardo en mi mente con mucha nostalgia y con mucha felicidad. Yo creo que sólo las personas que han podido participar de esta manera en las procesiones de Semana Santa comparten y entienden la sensación tan hermosa que es desfilar y aromatizar el paso del Señor.

Ximena Thiermann

Fotografías: Luis Fernando Arenas Guerra
Mario Omar Fernández