La Ciudad del Dolor. Ecos del cementerio de enterrados vivos y del presidio de inocentes
Este libro, es sobre todo, la historia de un hombre que escribió para mostrar una doble criminalización: de la lepra y de la disidencia política durante la Hegemonía Conservadora.
Como raro y dramático testimonio de nuestras letras, La Ciudad del Dolor nos devuelve la imagen de un hombre de élite que se muestra vulnerable y que, visto por sí mismo y por otros como enfermo, sigue su función de intelectual crítico publicando notas de prensa acerca de las duras condiciones del lazareto Agua de Dios (1870-1961). Además de una denuncia sobre los usos políticos y abusos médicos de la lepra a comienzos del siglo XX, el libro que el lector tiene en las manos puede ser leído de múltiples maneras: como una demostración de las exclusiones que produjo el boom cafetero vivido por las ciudades […] y como un doloroso texto en que su autor usa lo macabro para mostrar cómo los “enterrados en vida” —como llama a los enfermos de lepra recluidos en Agua de Dios— eran nada más ni nada menos que ciudadanos despojados de sus derechos. La Ciudad del Dolor es sobre todo la historia de un hombre que escribió para mostrar una doble criminalización: de la lepra y de la disidencia política durante la Hegemonía Conservadora.
Tomado del prólogo de Felipe Martínez Pinzón