Egresado Alejandro Martínez, director coral, explora la dirección de orquesta con la primera ópera vallenata del mundo

Egresado Alejandro Martínez, director coral, explora la dirección de orquesta con la primera ópera vallenata del mundo

“Yo no sabía que cantaba, aunque sí jugaba a ser director de la orquesta con los peluches”. A los nueve años, la profesora de música de Alejandro Martínez puso a cantar el himno nacional a todos los niños y a él lo llamó aparte. Le dijo que fuera el sábado al colegio a buscar al padre que dirigía el coro.

 

Ese mismo año, lo seleccionaron a él y a otros cuatro niños para hacer una gira de dos meses por Alemania. Fue el primer contacto con la nieve, con 26 poblaciones alemanas, claro, y con las formas en que la música puede influir la vida de un niño. “Ese viaje dividió en dos mi vida”.

Alejandro Martínez con integrantes de VoceStudio

Alejandro Martínez Casanova es barítono y el último egresado del énfasis en dirección coral del pregrado en Música, aunque esta no había sido su primera elección. Alejandro iba a ser sacerdote; pasó tres años en el seminario y estudió filosofía. “Pero retorné al camino original que es la música”, así nunca lo haya abandonado y, en cambio, haya acumulado experiencia de consideración:

Lista no exhaustiva de agrupaciones musicales con las que ha trabajado Alejandro Martínez:

 

  • Coro infantil y juvenil de Colombia (donde a los 9 años conoció a la maestra Carolina Gamboa, quien era la directora del coro. Con este coro cantó en su primera ópera: Carmen de Bizet en el Teatro Colón de Bogotá).
  • Sociedad Coral Santa Cecilia (mientras estudiaba filosofía en la Universidad Javeriana).
  • Ópera de Colombia (aquí, y en el coro Santa Cecilia, tuvo la oportunidad de aprender con el maestro Alejandro Zuleta).
  • Coro filarmónico juvenil (formó parte de esta agrupación mientras estudiaba Música. Lo dirige la maestra Diana Cifuentes, de quien Alejandro, además fue asistente de dirección por varios años).
  • VoceStudio (es un coro de cámara que Alejandro fundó en 2012 y que dirige desde entonces).
  • Oratorio Society of New York (con esta agrupación, Alejandro cantó el Réquiem de Brahms en el Carnegie Hall bajo la dirección de Kent Tritle, nominado a un Grammy este año. “Un sueño hecho realidad”).
  • Coro de la Catedral de San Juan el Divino en Nueva York (dirigido por Kent Tritle).
  • Orquesta sinfónica de la Policía Nacional (fue su director invitado para un concierto auspiciado por la Universidad San Buenaventura. “Todos los músicos de esa orquesta son policías y músicos profesionales. Se dedican a tocar el 90% de su tiempo. Montamos un repertorio de casi 2 horas: obras clasicistas, del romanticismo, impresionismo francés, siglo XX, ópera, zarzuela”).
  • Orquesta y cantantes en Valledupar (fue el director musical de la primera ópera vallenata. Detalles más adelante).
  • Coro y orquesta en Barranquilla (entre diciembre de 2020 y enero de 2021, Alejandro se inventó un proyecto de vacaciones: presentar la Misa de coronación de Mozart con 40 músicos, entre orquesta y cantantes en una iglesia de Barranquilla).

Durante los últimos dos años, Alejandro ha comenzado su exploración con la dirección de orquesta, lo que lo ha puesto en escenarios más diversos que los de la música estrictamente académica.

Para nuestro egresado, por un lado, la dirección de orquesta pone en práctica las mismas habilidades que se usan en la dirección coral. “Me gusta transmitir las intenciones de los compositores a los intérpretes. Traducir los temas estéticos que van más allá de solamente el primer contacto”. Las diferencias, sin embargo, son importantes:

 

La manera de dirigir a los instrumentos es diferente porque, a un cantante le puedo decir exactamente en qué palabra poner qué intención. En los instrumentos, el lenguaje musical es abstracto y estéticamente tiene una comprensión distinta. Llegar a un músico y pedirle ciertas intenciones es otro ejercicio, sin palabras, solo sonoro, pero que exige poder transmitir ideas que van más allá del texto. Esto sin decir que lo vocal sea limitado, porque allí el instrumento es la persona. Cuando la persona no está bien, uno como director, debe lidiar con eso. Poder unir a todo el mundo es terapéutico en muchas ocasiones. Esa es mi perspectiva personal, al menos.

Alejandro Martínez, de espaldas, conduciendo La leyenda se hizo canto, ópera vallenata

La leyenda se hizo canto, ópera vallenata

En diciembre de 2020, uno de los mejores amigos de Alejandro, Ernesto Ángulo, lo invitó a un proyecto para el cumpleaños de la gobernación del Cesar que estaba en planeación desde el año anterior: unir el vallenato con la ópera. 

La obra La leyenda se hizo canto está inspirada en los cuatro aires del vallenato con los que Ángulo contó la una leyenda tradicional del Cesar: durante la semana santa, la gente no puede bañarse en el río porque se convertiría en pez. Con esta historia, Ángulo crea una ópera, un libreto, un argumento. Se trata de un italiano que llega a Valledupar y conoce a una muchacha que lo invita al río Guatapurí, ella por accidente cae en el río y se convierte en sirena. 

La ópera se presentó el 21 de diciembre de 2020 y Alejandro estuvo encargado de la conducción de los solistas, el coro y la orquesta: las cuerdas y el conjunto vallenato: caja, guacharaca y acordeón. No es la primera vez que se combinan estos instrumentos, pero la novedad de esto es que se incluye la ópera como género.

 

La ópera tiene unos elementos muy particulares, por ejemplo lo recitativo, un canto hablado. Tiene elementos de homofonía y polifonía coral, lírica; también algunos elementos del renacimiento que Ernesto y los otros dos arreglistas tomaron. Mientras estamos en un recitativo, de un momento a otro, entra el son o el merengue o la puya. O el acordeón solo.

El vallenato tiene una lírica muy particular, una riqueza prosódica y del verso que se une con la elocuencia de la ópera.

Alejandro admite que, por mucho tiempo, evitó los géneros populares. “Por estar tan metido en la música erudita, académica, a veces uno entra en errores. Uno se vuelve como elitista”. Sin embargo, hoy en día está abierto a todo tipo de músicas desde las misas de Mozart hasta la tradición vallenata. Gracias a esta apertura, nuestro egresado va a añadir a su experiencia la dirección de un grupo de salsa en Nueva York mientras decide en qué país y con qué maestros iniciar su maestría.