El Centro Cultural Gabriel García Márquez invita a la conversación con el autor Manuel Hernández con nuestro profesor Lucas Ospina. Este próximo miércoles 7 de junio 2023.
Dirección: En el Centro Cultural Gabriel García Márquez, Librería, Calle 15 # 5-60, Bogotá
Sobre este libro y su autor
Veinticinco años atrás Ricardo Arango publicó en su sello una extraña novela de un profesor que, en los primeros años de carrera [en la Universidad de los Andes], había cambiado en mí, para siempre, la manera de acercarme a la literatura.
Tras un seminario de literatura colombiana en el que nos dedicamos básicamente a hablar de los «elementos del desastre» nacional, de los ferrocarriles, de la masacre de las bananeras, de la tierra caliente y de(l) Mito, ese profesor me regaló su novela Ese último paseo, una especie de deriva en la cual las paredes y las tumbas de Bogotá hablaban con nosotros los lectores, remitiendonos al prodigio del desierto o al desierto prodigioso, a la fábrica de envases Fenicia, a las lavanderas de las Aguas, a los obreros de la fábrica de cervezas Germania y a don Leo Kopp. Paseando por el cementerio central, ese profesor, para entonces en la cincuentena, habría de irse a vivir a París, ciudad en la que coincidimos y en la que me invitó, alguna noche de 1997, a un seminario de Jacques Derridá. Mi francés no daba para pedir un café allongé y yo llevaba en la maleta la novela del paseo, y una nostalgia del tamaño de Sin remedio y solo leía textos que sucedieran en Bogotá –la bella Páginas de vuelta, por ejemplo, la insondable Los parientes de Esther, la esperanzadora colección de relatos Sobre la tela de una araña, la bizarra El capítulo de Fernelli–, así que no entendí mucho.
Tras nuestro regreso a Bogotá, unos meses después, dos cursos se ese profesor me cambiaron la vida para siempre: un seminario sobre el Ulises, donde comprendí que no se trataba de descifrar sino de discurrir, de entrar en la trama de las letras y de las traducciones para entrever algo que estaba sumergido siempre –una torre, una cervecería, una tonada religiosa de la infancia, una mujer aburrida en una casa, el tiempo insondable– y otro sobre Walter Benjamin, cuyo librito Dirección única me fascinó por extraordinario y su proyecto de los Pasajes que después nos volvería a encontrar. Ese profesor me hizo caminar el pasaje Rivas y el Hernández en Bogotá, me mostró lo que escondían los edificios de la Universidad de los Andes, me explicó que la Conferencia Panamericana, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y la fundación de ese lugar donde estudiábamos, el mismo año, no era una casualidad. En síntesis, ese profesor, que hace unos meses cumplió ochenta años, me enseñó a leer con el cuerpo y desde hace unos años me entregó este manuscrito, que editado por Sergio Zapata –otro estudiante de aquellos mediados de los noventas– aparece ahora con una obra hermosa de su amigo Pablo Solano en la portada, y un título que es casi un homenaje a Onetti –también me enseñó a leerlo–.
“En la literatura las ideas no están, pasan”, asegura Manuel Hernández en esta dialéctica de la evocación que construye su memoria sorteando los recuerdos. Más que un ideal narrativo, hay un interés por la deriva singular que hicieron tanto de sus clases de literatura de la Universidad de los Andes, donde enseñó con igual ímpetu a Walter Benjamin como Gabriel García Márquez, como en su propia vida que comenzó en los años cuarenta y que recorrió buena parte del siglo XX y lo que va del XXI insistiendo en que “las narraciones están vivas y vehiculan la experiencia, la llevan, como ágiles ejemplares equinos, prestos y sin capacidad de discusión. Equinos equitativos, los relatos muestran la experiencia en estado patente y palpitante, están los leños, donde ha combustionado la experiencia, quemándose a ún. De su parte, el lector aporta la escucha”. Se trata, pues, de una serie de textos singulares que entreveran lectura y experiencia, recuerdos y ficciones, como cada una de las huellas que ha dejado Hernández en sus poemas, en sus propias derivas viajeras, en sus amistades, en sus amores y, sobre todo, en su profunda convicción de que la literatura debe asomarse a plantear problemas verdaderos y no soluciones periodísticas, “la mayor parte de las veces triviales”. Un libro que abre miles de preguntas y caminos para quienes han seguido un pensamiento que no delimita ni concluye sino que enseña a pensar.
Ese profesor se llama Manuel Antonio Hernandez Benavides y espero que se animen a leerlo. A leerlo así, sin esperar soluciones, siempre problemas.
–Juan David Correa
Están invitados a la conversación que ofrecerá nuestro profesor Lucas Ospina con Manuel Hernández autor del libro La Coartada.
Los esperamos el miércoles 07 de junio 2023 a las 6:00 p.m.