Olga Acosta, Universidad de los Andes,
“Los connoisseurs de arte criollos. Desarrollo de una figura particular en la naciente Colombia”
Jonathan Richardson publicó en Londres en 1719 dos discursos decisivos en el contexto de las artes plásticas occidentales para el desarrollo de la figura del «connoisseur», entendida como aquel ser poseedor de un conocimiento único sobre un artista y su obra. Desde entonces, podemos apreciar cómo el juicio crítico de un conocedor fue decisivo a la hora de enaltecer artistas y de formar y valorar obras y colecciones. Si bien desde el siglo XVIII vemos que una figura semejante aparece tímidamente en las memorias escritas del naciente Virreinato de la Nueva Granada, lo cierto es que es sobre todo el siglo XIX cuando se empieza a fortalecer la figura del «connoisseur». En este contexto, una de las principales coyunturas que permitió el desarrollo de esta figura fue el surgimiento de una mirada secularizada del espectador en torno a la pintura religiosa producida durante el periodo colonial. Un proceso que trajo consigo el aparecimiento de una historiografía del arte basada en la escritura biográfica de artistas y la valoración de algunas obras y colecciones. Esta contribución propone revisar justamente el surgimiento y el desarrollo local de la figura del «connoisseur» de arte, así como los contextos que hicieron posible su aparición en el siglo XIX. Como eje central me valdré del análisis de un personaje como José Manuel Groot, quien se constituye en uno de los connoisseurs destacados de pintura colonial en el siglo XIX debido a su noticia biográfica sobre Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos publicada en 1859, así como al cuidado que dedicó a la conservación y valoración de su obra.
Carmen Elisa Acosta Peñaloza, Universidad Nacional de Colombia,
“‘El librito que tenemos delante hará más a favor de la libertad de los negros que lo que han hecho todos los discursos. ¡Leámos La cabaña del Tío Tom!’”
Para la historia del libro y de la lectura es central investigar sobre las prácticas que producen y permiten la circulación de los libros, entre las que se han estudiado las diversas formas de publicación, la producción editorial y el mercadeo, a la vez, que la indagación sobre las formas institucionales que impulsan su circulación desde las políticas de lectura y la educación. Con base en estas, surge otro tipo de preguntas que relacionan la circulación de las obras y la lectura. ¿Cuáles son las motivaciones para la circulación de los libros por parte de los lectores? ¿Qué motiva a un lector a leer o compartir una obra? ¿Cómo la búsqueda de esa lectura hace presente la necesidad de la circulación material de los textos o cómo la circulación material de los textos motiva dicha lectura? La cabaña del Tío Tom fue publicada en los Estados Unidos por H. Beecher Stowe entre 1851 y 1852. El 1 de enero de 1852 entró en vigencia la ley de manumisión aprobada por el Congreso de Colombia en 1851. El 16 mayo 1853 anuncia su publicación en Bogotá en la Semana Literaria del periódico El Neo-Granadino. Si bien puede considerarse obvia la selección de la obra dada su temática, adicional a la venta en librerías y su promoción en la prensa francesa leída por los editores del periódico, la ponencia busca revisar las anteriores preguntas y proponer caminos que permitan explorar las motivaciones que vinculan la circulación de la novela y su lectura.
Carolina Alzate, Universidad de los Andes,
“Liberalismo y Regeneración en las salas de visita. Viajes forzados y otras tensiones del adentro y el afuera”
La joven Inés Ancízar Samper (Bogotá, 1860 – Berna, 1897) llevó entre 1883 y 1884 un diario íntimo que cubre el último año que pasó en su natal Bogotá y su primer año en París, primer año de un viaje que se convirtió en exilio definitivo. Inés es hija de una connotada y activa pareja liberal colombiana: Manuel Ancízar y Agripina Samper. Ella emprende este viaje a París con su madre dos años después de la muerte del padre y, por lo que se lee en el diario, movidas por el cercamiento que sufrían en Bogotá por parte de la Regeneración conservadora en ascenso. El diario registra las conversaciones que ocurren en las casas bogotanas y el encierro físico y político que sufre la joven liberal y que agrava el que sufría ya por su condición de mujer. También muestra cómo va tomando forma la idea de un viaje que se espera que no sea una separación definitiva de la patria. París será el lugar en el que se entera de que finalmente estalló la guerra, con el trasfondo del reclutamiento forzado del que fue testigo en Bogotá y con el de figuras en apariencia heroicas, como la de su tío José María Samper, que a sus 54 años se destaca en las batallas de Cartagena desperdiciando su valor y talento, a ojos de la joven, en defender una causa conservadora que no es defendible. Este diario de Inés Ancízar se estudiará en esta ponencia a la luz de otros relatos de los exiliados de la Regeneración.
Nancy Appelbaum, Binghamton University,
«Una aproximación a la Comisión Corográfica desde la perspectiva de género”
Esta ponencia tiene por objeto explorar si la categoría de género constituye una herramienta útil para analizar una expedición científica del siglo XIX como fue la Comisión Corográfica compuesta – al menos oficialmente – por hombres. Busca preguntarse ¿en qué debería consistir dicho análisis?¿en qué medida el análisis desde una perspectiva interseccional de género, de una empresa fuertemente masculina, puede proporcionar una comprensión más profunda de las prácticas geográficas del siglo XIX, de la escritura de viajes y la historia colombiana?
Constanza Castro, Universidad de los Andes,
“La geometría capitalista: la privatización de ejidos en Bogotá y la expansión local del capitalismo,1861-1885″
En 1861 Tomás Cipriano de Mosquera decretó la desamortización de bienes de manos muertas que ordenaba la expropiación e inmediata subasta pública de los bienes de la iglesia y de los ejidos municipales en todo el territorio de la República. El gobierno contrató al ingeniero agrimensor Indalecio Liévano Aguirre para que elaborara el plano que serviría para iniciar la subasta de las tierras hasta entonces comunales alrededor de Bogotá. Por lo que nos muestra, pero también por lo que ignora, el mapa nos habla de los cambios económicos y sociales que supuso el ascenso del liberalismo a mediados del siglo XIX, y de la manera en que la ideología liberal se expresó espacialmente. La elaboración del plano de los ejidos fue un paso fundamental en el proceso de urbanización de la planicie occidental que bordeaba la ciudad capital y en la formación de la propiedad privada que requería el libre mercado y que imponía al capitalismo como doctrina económica. La presentación discutirá no solo los objetivos de la elaboración del mapa, sino las enormes dificultades de llevarlo a la práctica. Discutirá entonces, cómo se experimentó la gran revolución institucional de la propiedad localmente y cómo fue cobrando forma el capitalismo en la ciudad en el siglo XIX.
María Fernanda Domínguez, Investigadora independiente,
“Epifanio Garay: promiscuidad, fotografía y arte académico en Colombia en el siglo XIX”
Esta ponencia explora las relaciones prohibidas entre la fotografía y el arte académico en Colombia, deteniéndose en la obra de Epifanio Garay, director y profesor de la Academia de Bellas Artes. La historiografía moderna y el mismo Garay se empeñaron en censurar la estrecha relación entre los medios, siguiendo un cambio en las prácticas artísticas entrado el siglo XX. A través de la noción de lo promiscuo, se presentarán los casos de obras híbridas en los cuales la fotografía no es simplemente un referente para una copia ilícita, sino un medio constitutivo de la obra de arte académica en Colombia.
Carlos Alberto García, Universidad Javeriana,
“Regeneración, viajes e intercambios en la consolidación de un proyecto de formación de artistas”
En términos generales, los historiadores que estudian el siglo XIX coinciden en señalar al año 1880 como el inicio del período Regeneracionista y a 1903 como su final. El modelo Regenerador fue particular en tanto poseía un carácter de sostenimiento de la tradición y la hispanidad en el que, sin embargo, persistía una admiración hacia modelos europeos en relación al orden y el desarrollo. El carácter modernizador del período se ejemplifica en el interés que las élites políticas colombianas tomaron para crear instituciones, la vida política, social y, por supuesto, cultural europea. El intercambio y el viaje fueron esenciales para consolidar el proyecto regeneracionista en el campo de la formación y más concretamente y como interés central de esta ponencia, la formación de artistas. La apertura oficial de la Escuela de Bellas Artes el 20 de julio de 1886 confirma cómo los viajes previos de Alberto Urdaneta (creador y fundador de la Escuela de Bellas Artes y del Papel Periódico Ilustrado) a Francia, así como su paso por algunas academias de arte de carácter privado, fueron determinantes en la consolidación de la formación oficial en el campo de las bellas artes. Ya previamente la invitación que extendió Rafael Pombo al artista mexicano Felipe Santiago Gutiérrez para que creara un proyecto de similares proporciones evidencia el interés por emular o acoplar los esquemas de enseñanza procedentes de la Escuela de San Carlos en México o la de San Fernando en Madrid. Viajes posteriores de Epifanio Garay, Salvador Moreno o Francisco Cano a Paris confirman este mismo propósito. Sin embargo, es poco lo que sabemos acerca de qué observaban estos artistas sobre los procesos de enseñanza, qué elementos consideraron pertinentes para la formación de artistas en el país y cuales dejaron de lado. ¿Cómo estos elementos permearon o determinaron en el tiempo los cambios reflejados en los planes de estudio, sus actores y sobre todo cómo se reflejaron en las imágenes que crearon los artistas del periodo?
Angela Gómez Cely, Museo Nacional de Colombia,
“Alcances de la moda en la conformación del gusto burgués”
En las últimas décadas del siglo XIX en Colombia, surgió una élite económica que, en su deseo de seguir los modelos que proponía la modernidad europea y norteamericana, importó una imagen de la sociedad ‘civilizada’. Esta élite se interesó en estos nuevos parámetros de sociabilidad gracias a los viajes al viejo mundo y Estados Unidos, el ideal burgués. Una de las formas de divulgación del nuevo patrón de sociabilidad fue el apego a los parámetros de la moda europea. Los cambios de la moda eran rápidamente seguidos gracias a que al país llegaban publicaciones con grabados y figurines, de modelos de vestidos diseñados para cada ocasión y hora del día, así como textos que enseñaban los modos de ser en sociedad. Este sector social y económico, contribuyó en la conformación de un nuevo orden urbano y en la creación de espacios como clubes, teatros o espacios de recibo en sus casas, en donde pudiera mostrar las nuevas modas y materializar una red cerrada de relaciones con sus iguales. El estudio de los registros aduanales de mercancías de lujo introducidas por casas comerciales, de las imágenes de las revistas de moda, el registro fotográfico de las actividades de ocio de la élite, reseñados en la prensa nacional, así como, la indumentaria que se conserva en la colección del Museo del Siglo XIX, nos permiten analizar el alcance de la moda, el impacto y circulación en los espacios de sociabilidad, en la conformación del gusto burgués.
Juan Carlos González-Espitia, North Carolina-Chapel Hill,
“Fuga, y fugacidad como estrategia política y retórica en los escritos tempranos y tardíos de José María Vargas Vila (1860-1933)”
Con la excepción de un par de escritos, la totalidad de la producción textual del autor decimonónico José María Vargas Vila se publica fuera de Colombia. El exilio sirve al autor como punto de partida estratégico para atacar los axiomas políticos prevalentes tras el triunfo de la Regeneración de Rafael Núñez. Del mismo modo, este desplazamiento radical le sirve como fuente de autoridad para dictar sus lineamientos estéticos y políticos; para minar la que él consideraba una cultura provincial y timorata; y para ofrecer sus opiniones sobre la situación de un país al que en cierto sentido ya no pertenece. Esta ponencia no busca hacer un recuento de las ideas políticas de Vargas Vila, sino más bien observar cómo su visión del país desde afuera produce una realidad y un deseo de futuro ––es decir, un grupo de nodos argumentativos–– que pueden ofrecer un productivo punto de contraste con las opiniones de más de 4.7 millones de colombianos que viven en el exterior en la actualidad. La presentación analiza textos tempranos (la esperanza, la posibilidad, la oportunidad) y textos tardíos (el desencanto, la derrota, la apatía, el olvido) de Vargas Vila que no han sido abordados por la crítica y que marcan el movimiento elíptico y de fuga de sus más de cincuenta años de proscripción.
Ricardo Kerguelén, Universidad de los Andes,
“Definiendo fronteras: la migración y colonización antioqueña y su impacto en las relaciones entre Antioquia y Cauca”
La anárquica irrupción de colonos en los terrenos situados al sur de la provincia de Antioquia, sobre la cordillera Central, en donde se fundaron Salamina (1825), Neira (1842) y Manizales (1849) generó profundas transformaciones culturales, económicas, políticas y sociales que escaparon a lo meramente local y regional. A mediados de la década de los cuarenta del siglo diecinueve los colonos antioqueños habían sobrepasado la imprecisa frontera entre las provincias de Antioquia y Cauca, estableciendo, en 1844, Santa Rosa de Cabal. Unos años más tarde, como un mecanismo para contrarrestar la creciente presencia antioqueña en su territorio, la provincia del Cauca estableció la Aldea de María (1852), hoy Villamaría, demarcando de esta manera su jurisdicción. Aunque María también fue poblada por colonos antioqueños, su fundación permitió consolidar la presencia institucional caucana, consolidando el límite jurisdiccional entre los dos territorios subnacionales al imponer una frontera en un espacio que los colonos consideraban continuo. En esta ponencia exploro el impacto que generó el poblamiento del territorio alrededor de Manizales y María en la configuración de las conflictivas relaciones que los gobiernos subnacionales de Antioquia y Cauca mantuvieron hasta fines del siglo diecinueve. Al hacerlo, exploro nuevas perspectivas para entender la historia nacional desde lo local.
Alexander Klein, Universidad de los Andes,
“La ópera italiana como paradigma estético de la música colombiana”
La segunda mitad del siglo XIX en Colombia estuvo marcada, en el campo musical, por la llegada de múltiples compañías italianas de ópera que alteraron profundamente la formación del gusto musical de las élites que gobernaban el país. A falta de academias estables y de instituciones oficiales que formaran músicos en las principales ciudades de Colombia, fueron los artistas italianos de estas compañías itinerantes de ópera quienes lideraron la formación de músicos aficionados y profesionales, fenómeno que creó un nuevo paradigma estético entre las poblaciones colombianas que consumían y producían música de corte europeo.
A raíz de lo anterior, todos los entornos sociales de las élites colombianas del siglo XIX, e incluso algunos entornos populares, se permearon de músicas de corte operático cuyos autores siempre intentaron adaptarse a los lugares y los contextos en los cuales sus obras eran escuchadas, incluido el contexto religioso. Este proceso de aculturación, el cual abarcó más de cuatro décadas desde la llegada a Colombia en 1858 de la primera compañía italiana de ópera en su historia, produjo un amplio catálogo de obras musicales que hoy son los principales testimonios sonoros del gusto musical que marcó a las élites del país.
Esta ponencia, partiendo de una exposición general de este catálogo de obras musicales, busca explicar los orígenes del gusto musical de las élites colombianas hacia las estéticas italianas, así como el impacto que estas músicas y sus autores, tanto extranjeros como nacionales, tuvieron en la conformación de la joven República de Colombia.
Marixa Lasso, Universidad Nacional de Colombia,
“La choza republicana”
Esta ponencia estudia la circulación de dos ideas que no suelen ir juntas en nuestro imaginario: Choza y República y pregunta que sucede cuando se unen como concepto.
Muriel Laurent, Universidad de los Andes,
“Remigio Márquez: Contrabando, comercio y circulación”
Remigio Márquez (Cartagena ca. 1775 – Bogotá 1835) se hizo adulto y profesional durante el régimen español, apoyó el proceso independentista y desempeñó funciones ejecutivas, legislativas y administrativas en las dos primeras décadas de la República. Este pardo pasó de practicar las artes como médico cirujano sin estudios formales en España a enrolarse en el ejército republicano dónde desempeñó cargos de mando en terreno y en oficina. Su recorrido nos interesa aquí en tanto circuló desde Cartagena a Santa Marta, para ir luego a Jamaica, regresar a Santa Marta y ‘subir’ a Bogotá pasando por Mompox, sin nunca abandonar su conexión con Santa Marta. Además de su circulación física por diferentes lugares, también nos interesa su paso de las artes manuales a los oficios de la pluma. Este traslado nos devela la importancia de la lecto-escritura y de la convicción revolucionaria en la trayectoria de los hombres de principios del siglo XIX. Aunque pueda tratarse de un caso excepcional, nos invita a pensar la movilidad social que fue posible para la gente de color con el proceso de independencia y la instalación de la República.
Felipe Martínez Pinzón, Brown University,
“Escritura de costumbres y producción de pueblo en Colombia”
A través de una relectura del costumbrismo colombiano, esta ponencia vinculará la producción estética y política de un «pueblo nacional» tras la independencia con formas estéticas europeas como los cuadros de costumbres, physiologies y sketches of manners. El propósito de la ponencia será mostrar cómo los cuadros de costumbres, no sólo tematizaron la nostalgia por «un tiempo ido» —tal cual nos han enseñado a leerlos— sino que sirvieron como formas para imaginar un pueblo futuro, moderno y sincronizado con nuevas formas de disciplinamiento laboral afines al horario de trabajo laboral, el censo poblacional, los booms agorexportadores y las leyes de vagos. Por último, abordaremos las diferentes nociones de «pueblo nacional» que tenía escritores conservadores como J.M Vergara y Vergara en contraposición a escritores liberales como J.M Samper, Murillo Toro, Isaacs, Acosta de Samper o Eugenio Díaz.
Mauricio Nieto, Universidad de los Andes,
“Instrumentos científicos y eurocentrismo: el Chromapicilo de Jorge Tadeo Lozano y cómo ver los colores en la periferia de la Ilustración”
Los naturalistas y exploradores europeos en el periodo de la Ilustración viajaron con numerosos instrumentos de observación que hicieron posible disciplinar formas de observación, estandarizar y recopilar información sistematizada sobre el mundo natural. Para el siglo XIX, sería imposible hacer parte del mundo del conocimiento sin relojes, sextantes, brújulas, termómetros, barómetros o telescopios. Dichos instrumentos son por lo general de fabricación europea y de difícil acceso para los criollos americanos interesados en las ciencias naturales. Francisco José de Caldas, por ejemplo, lamenta la falta de instrumentos adecuados para hacer ciencia en la Nueva Granada, e incluso se ve en la necesidad de inventar su propia forma de medir las alturas sin un barómetro. Jorge Tadeo Lozano, publica en 1810 una memoria en el Semanario del Nuevo Reino de Granada en la cual presenta su idea de un artefacto llamado chromapicilo para sistematizar la observación de matices en los colores. Estos ejemplos de invenciones fallidas en la periferia de la Ilustración nos permiten reflexionar sobre el papel de los artefactos y la naturaleza del conocimiento científico europeo en el contexto colonial americano.
Ana María Ochoa, Columbia University,
“Sonoridades y pensamiento en el siglo XIX”
Históricamente se ha dicho que las disciplinas de la musicología y la etnomusicología (o la música comparada), se consolidan como campos disciplinarios en Alemania entre los siglos XVIII y XIX. Así un curso de introducción a la etnomusicología comenzaría por trazar las trayectorias históricas de la disciplina comenzando por los padres fundacionales en Europa. Esta ponencia, por lo contrario, explora de qué manera el archivo decimonónico de Colombia, y más ampliamente de América Latina y El Caribe fue fundamental a la formulación de nociones como música, oralidad, y tono, centrales a las disciplinas musicales, a través de técnicas de la escucha que determinaron el sentido mismo de dichos términos. Por un lado, la ponencia busca problematizar una historia de la musicología desde una perspectiva decolonial. Pero por otro lado, busca explorar también cómo la escucha a diferentes tipos de sonoridades fue fundamental a la producción de nociones de naturaleza y de cultura de la época. Lo sonoro no es simplemente un campo restringido a los estudios de música. Cumple un papel fundamental en determinar la naturaleza de los seres vivos y se organización disciplinaria y jurídica. En este trabajo se explora el papel de lo sonoro en la consolidación de nociones de naturaleza y de cultura, como un gesto etnográfico colonial interno a las repúblicas que persiste hasta bien entrado el siglo XX, debido a la creación de tecnologías de grabación a fines del siglo XIX.
Ana María Otero-Cleves, Universidad de los Andes,
“‘Write Him Affectionately’: Cultura comercial, encuentros epistolares y comercio entre Colombia y Estados Unidos a fines del siglo XIX”
La finalidad de esta ponencia es explorar cómo a través del intercambio epistolar se construyeron relaciones comerciales íntimas y familiares entre pequeños comerciantes colombianos (Quibdó, Buga, Túquerres, entre otros) y firmas y mercaderes estadounidenses en la segunda mitad del siglo XIX. Contrario a la percepción de que los comerciantes extranjeros imponían su modelo comercial sobre sus clientes latinoamericanos, lo que se espera es demostrar que aquellos eran conscientes de la importancia de comprender la cultura, conocer el idioma y atender a las necesidades personales y familiares de sus clientes. Se demostrará que el honor, el buen nombre y la sensibilidad ante las necesidades de estos lejanos clientes fueron aspectos fundamentales para garantizar el éxito de estas firmas internacionales en la región.
Camilo Páez, Biblioteca Nacional de Colombia,
“Coleccionistas: circulación de impresos y libros durante el siglo XIX”
Una de las principales fuentes de apropiación del patrimonio bibliográfico para las instituciones culturales (tanto museos como bibliotecas) han sido los coleccionistas. De no ser por su trabajo exhaustivo, muchas piezas se habrían perdido para siempre. Buena parte de estas colecciones que hoy día se conservan fueron conformadas por personalidades que lograron insertarse en poderosas redes de comercio que les garantizaron la adquisición de los bienes; otras se construyeron a partir de viajes o estancias en el exterior, lo que les permitió adquirir títulos de gran valor histórico y documental. El objetivo es analizar los casos de las bibliotecas personales de los hermanos Cuervo, Marco Fidel Suarez y Anselmo Pineda, las cuales darán luces que permitan ejemplificar algunos de los mecanismos que tenían las élites para la adquisición de libros durante la segunda mitad del siglo XIX colombiano.
Juan Darío Restrepo Figueroa, Instituto Caro y Cuervo,
“Vicio y virtud en la vida de Ángel Augusto Cuervo Urisarri (1838-1896)”
Ángel Augusto Cuervo Urisarri fue comerciante, militar, coleccionista y prolífico escritor. Su afamado hermano Rufino José aplaudió y reclamó sin éxito “que se pongan en su punto los talentos de Ángel, protestado contra la mala fe de los que lo quisieran oscurecerlos a él poniéndome a mí sobre los cuernos de la luna.” Para la construcción y difusión de una figura como la de Ángel se trabajarán tres temas: su iconografía donde solo el retrato de dos años de edad (constituye una rareza en la producción pictórica colombiana del siglo XIX), la relación fraterna entre de Ángel y Rufino con su vecino Rafael Pombo y finalmente su faceta como prolífico escritor, crítico de arte y coleccionista. Para tal fin se utilizaran los documentos personales de Ángel que se conservan dispersos y casi invisibles al interior del Fondo Rufino José Cuervo Urisarri de la Biblioteca Rivas Sacconi (originalmente denominada Biblioteca Ezequiel Uricoechea), los libros Conversaciones artísticas (1887), firmado con el seudónimo de ‘Moreli’, y Curiosidades de la vida americana en París (1893), asimismo, resultan fundamentales las dos libretas del Viaje a Europa (publicados por el ICC, 2001) y los 58 objetos artísticos e históricos legados por Ángel a las colecciones del Museo Nacional. Ángel fue un personaje “vivo como la pólvora, curioso de la vida moderna y amigo de la elegancia y el confort… Fino literato y con sus puntas y ribetes de artista, amaba a París por lo mucho que allí se halagaban la vista y el oído; visitaba los museos, no faltaba nunca a una exposición…”
Luis Carlos Rodríguez Álvarez, Universidad de Antioquia,
“Tres músicos inmigrantes que dejaron huella en Medellín en el siglo XIX”
Esta ponencia se presenta en tres momentos y tratará personajes extranjeros, cuyas gestiones en la capital antioqueña a lo largo del siglo XIX trascendieron su presencia y llenaron de goce y amor por la música a sus habitantes. En primer lugar, conoceremos la historia de Edward Gregory Mac Pherson, quien llegó a Colombia como Músico Mayor de la banda de la Legión Británica, se quedó en Antioquia para fundar un gran tronco familiar en el país, y quien fue el primer músico formal que enseñó el arte en nuestra región. El siguiente momento trata de Emilio Herbrügger, alemán emigrado a Estados Unidos, violinista y fotógrafo pionero, quien aparece en Colombia hacia 1848 como integrante y compositor de la Sociedad Filarmónica de Cartagena y quien llegó a la capital antioqueña un año después, fundando y dirigiendo la Sociedad Filarmónica de Medellín, una institución crucial en la vida cultural del medio y máxima expresión de la audición de la música clásica para las élites antioqueñas en 1850. Y con la excusa de los viajes de las itinerantes compañías españolas de zarzuela e italianas de ópera, que empezaron a venir por estas tierras, narraremos por último la presentación en Medellín de la prima donna de la compañía lírica de ópera italiana Luisia-Rossi , la soprano ligera Assunta Mazzetti, quien encantó a los aficionados antioqueños por su belleza y talento. Seguimos su viaje desde Italia, sus presentaciones aquí, su regreso y prematura muerte a causa de la tisis.
Martha Enna Rodríguez Melo, Universidad de los Andes,
“Entre lo privado y lo público: Valses para piano de Isabel Argaez”
El romanticismo individualista y el sentimentalismo subjetivo, con que los poetas idealizaron a la mujer desde mediados del siglo XIX, fue también, para mujeres nacidas y criadas dentro de la élite letrada, la vía para explorar su sensibilidad dentro de los marcos sociales establecidos, a través de composiciones musicales, poemas, narraciones y otros escritos. En ese marco se ubica Isabel Argáez Ferro, nacida en la década de 1860, (en una familia regida por el padre, dueño de un periódico), y fallecida en 1918. Participó activamente en la vida social y artística de Bogotá, donde alcanzó la calidad de musa de poetas. Su belleza, talento y virtudes fueron homenajeados entre otros por Rafael Pombo, Julio Áñez, Miguel Antonio Caro, Roberto Mac Dowell y José Asunción Silva, de quien fue novia. De sus Valses para piano, publicados en el Papel Periódico Ilustrado, se llegó a afirmar que fueron la respuesta al poema Serenata, que Silva le dedicó. El romance no pudo prosperar, como tantos de la literatura romántica, pero los valses no quedaron solo como obras de la intimidad, sino que también se interpretaron públicamente en otros lugares del país. Tomando como fuente la partitura, en esta ponencia se analizan y relacionan los elementos de la composición con la corriente romántica, el papel del vals en la vida social urbana y la figura de la mujer música durante los últimos años del siglo XIX.
Juanita Solano, Institute of Fine Arts- New York University,
“Fotografía y orientalismo en los Andes”
En 1910, el fotógrafo colombiano Melitón Rodríguez creó una imagen titulada Cosecha de rosas. La fotografía representa una escena orientalista de convivencia femenina en donde dos mujeres, vestidas con ropajes orientales, recogen pétalos de rosa. En el momento en que Rodríguez tomó esta fotografía, el orientalismo era un tema común en la fotografía y pintura europea. En Colombia, sin embargo, y en Medellín específicamente, la ciudad natal del fotógrafo, el orientalismo, era una práctica apenas conocida. Para el cambio de siglo, Medellín se había convertido en la segunda ciudad más grande del país y el centro industrial de Colombia, pero todavía era una ciudad bastante aislada, atrapada en el medio de los Andes. Allí, en términos de prácticas artísticas, apenas existía una tradición académica. En este sentido, Cosecha de rosas se convierte en una imagen supremamente intrigante. ¿Cómo se involucra un fotógrafo colombiano que nunca abandonó su país natal con temáticas orientalistas? ¿Trascendió el orientalismo la mirada colonizadora europea para convertirse en una tendencia global? ¿Cuál es el significado de las imágenes orientalistas producidas fuera de los territorios colonizadores europeos? ¿Se desafía o se apoya el dominio hegemónico mediante esta práctica? Esta presentación propone una discusión sobre el uso del orientalismo en el contexto de Medellín durante el largo siglo XIX. A través del análisis de Cosecha de rosas se buscará entender no solo cómo viajaron y llegaron estos saberes a lugares remotos en el centro de los Andes, sino también, cómo fueron usados y entendidos estos mismos.
Rondy Torres, Universidad de los Andes,
“¿‘De criminales… a santos’? Reflexiones sobre espacios musicales en el siglo XIX”
El espacio musical, durante el siglo XIX fue un espacio social. Las calles, las pulperías, los salones, los colegios o el teatro congregaban diferentes grupos, con diferentes costumbres, propósitos y diferentes repertorios. Si bien en estas reuniones la experiencia sónica era colectiva, un sinnúmero de miradas, actitudes y comportamientos creó redes de diferenciación social y de género. Restituir lo que fue un baile o una función de ópera es, para el estudioso contemporáneo, un ejercicio casi imposible. Los sonidos, efímeros y fugaces, se han perdido en la memoria del tiempo; el testimonio de estas experiencias multisensoriales ha quedado grabado en registros planos: lo escrito, la reseña, la acuarela o la partitura. Nuestra mirada es la mirada de quién describió sus coetáneos, una mirada difícilmente imparcial, en un contexto en el que aparecen diferentes relatos de la nación. La pluma y el pincel de aquellos cronistas de la nación son la extensión de una mirada que, por medio del cumplido, la burla o la crítica verificó, enmendó o castigó el locus social de estos cuerpos, preocupados por mostrar su grado de urbanidad. El espacio musical se convirtió entonces en un teatro mudo en el que observadores y observados negociaron identidades. La nación de diferencias, ensonificada, es ante todo una nación que se observa.
Vicente Torres, Universidad de los Andes,
“Suplicios y pena de muerte en Colombia en el siglo XIX: una implantación de origen europeo”
En el siglo XIX, en el marco de la formación del Estado-Nación en Colombia, el dispositivo de los suplicios y la pena de muerte se convierte en terreno de disputa política e ideológica en el seno de las élites colombianas encarnadas en los proyectos conservador y liberal. Es de señalar que esta modalidad punitiva -empleada entre otras como instrumento de persecución política- ha realizado un largo viaje en el tiempo y en el espacio hasta llegar a nuestros territorios. Nos proponemos aquí establecer un diálogo que busca confrontar las dinámicas de la pena capital en Europa -en particular en España y Francia- y su apropiación por parte de la naciente república colombiana: la estrecha relación con la religión, los textos jurídicos que la naturalizan y los hechos catalogados como punibles con la pena máxima; el logro o fracaso del objetivo disuasivo que se propone alcanzar según abolicionistas y retencionistas; la confrontación entre las diferentes formas de suplicio inherentes a la pena capital y finalmente el espectáculo de la muerte, verdadero teatro de la crueldad con escenario, actores y rituales que despliegan toda una pornografía del horror.
Verónica Uribe Hanabergh, Universidad de los Andes,
“La ‘misteriosa expedición’ de Titian Ramsey Peale a Colombia entre 1830 y 1832: el caso de los dibujos de la American Philosophical Society”
El artista y naturalista norteamericano, Titian Ramsey Peale, el más joven de los hijos del pintor Charles Wilson Peale, participó en expediciones científicas como la Expedición Long de 1818-1820 al oeste americano, laSegunda Expedición de Charles Lucien Bonapartea la Florida en 1824 y la Expedición Exploratoria de los Estados Unidos de Charles Wilkes de 1838. La calidad de sus dibujos y bocetos lo llevó a ser elegido como miembro de la Academia de Ciencias Naturales en 1817, miembro de la Sociedad Filosófica Americana en 1832 y ese mismo año, director del Museo de Filadelfia. A pesar de su fama, hay muy poco conocimiento sobre una expedición que hizo Peale entre 1830 y 1832 y que Robert Cushman Murphy llamó, “… una misteriosa expedición a Colombia.” La participación de Peale en otras expediciones científicas ha sido documentada, pero muy poco se ha escrito específicamente sobre este enigmático viaje. La Sociedad Filosófica Americana guarda trece bocetos muy poco homogéneos en tema y formato de esta expedición que en esta ponencia funcionan como piezas clave para intentar entender este viaje en un contexto más amplio que incluye pensar en cómo estas imágenes operaron dentro de intercambios, formas de trabajar específicas y dinámicas políticas, comerciales y científicas del siglo diecinueve en nuestro territorio como fueron la navegación a vapor, la Doctrina Monroe o más adelante la declaración del Destino Manifiesto.