Guillermo Wiedemann y la Bauhaus
Un especial de:
Un especial de:
Texto: Angélica Rodríguez (estudiante de Literatura) y María Prieto (estudiante de Arte)
Creación multimedia: Angélica Rodríguez (estudiante de Literatura), María Prieto (estudiante de Arte), María Juliana Vargas
Diseño y diagramación: Javier Jara
Texto: Angélica Rodríguez (estudiante de Literatura) y María Prieto (estudiante de Arte)
Creación multimedia: Angélica Rodríguez (estudiante de Literatura), María Prieto (estudiante de Arte), María Juliana Vargas
Diseño y diagramación: Javier Jara
Guillermo Wiedemann nació el 8 de mayo de 1905 en Múnich, Alemania, en en el seno de una familia acomodada que le permitió explorar sus intereses por el arte y los viajes. Wiedemann inció su formación artística en la Academía de Bellas Artes de Múnich en donde se formó bajo la tutoria de artístas como Hugo von Habermann (1849-1929) y Adolf Schinnerer (1876-1949). A pesar de su contacto directo con propuestas figurativas y lo considerado el “buen arte”, Wiedemann estuvo siempre atraido hacia las propuestas más emocionales, radicales y vanguardistas que ofrecían los fauvistas, el cubismo, la primera ola del expresionismo, especialmente de artistas como Max Liebermann (1847-1935), al igual que movimientos arquitectónicos y de diseño como la Bauhaus. Esta Escuela, cuya inauguración en 1919 coincide con la temprana juventud del joven artista, atrae con sus ideas modernas a un inquieto y curiosos Wiedemann.
Durante la década de 1930, Wiedemann emprende un viaje por Europa y se acerca con gran curiosidad a diferentes manifestaciones artísticas como el expresionismo y la fotografía gracias; a la cual construye una amistad con el fotógrafo colombiano Otto Moll González (1904-1988). A pesar de su pasión por el arte, Wiedemann deja de participar en el escenario artístico alemán a sus 30 años, pues el panorama mundial le genera una gran desilusión, especialmente la ideología y políticas del Nazismo, concepción ideológica a la cual se oponía. Debido a ello, y gracias al consejo de su amigo Moll, el artista decide exiliarse en Colombia.
Con su arribo a Buenaventura, el estilo de Wiedemann cambia radicalmente: se apasiona por el trópico, por la naturaleza, por la selva y por el calor. Aunque radicado en Bogotá, empieza muy pronto a viajar a Melgar y a Girardot, luego al Magdalena medio y finalmente al Valle y a Bolívar para reconocer y aprehender no solo los paisajes que lo rodeaban, sino también la atmosfera particular de las tierras calientes. Sus acuarelas, collages y óleos se llenan de colores y de luz, de cuerpos y de naturaleza, de materiales poco convencionales. De esa manera, sobrepone la espontaneidad y la abstracción en sus composiciones que a su vez condensaban el ambiente tropical tornándose altamente gestual y de todas formas sugerente. En su momento, gracias a su constante innovación, se le identificó como el precursor del Expresionismo Abstracto en Colombia. De hecho, Marta Traba afirmaba en los años sesenta que: “Curiosamente, no fue la generación de artistas jóvenes en Colombia la que introdujo el Expresionismo abstracto, sino un expresionista alemán que ha vivido aquí por 20 años; su nombre es Guillermo Wiedemann”.
Las técnicas de Wiedemann junto con la utilización de materiales de desecho, basura, de materiales de construcción y de todo tipo desafiaron radicalmente toda convención y pretensión artística de la época. El crítico Nicolás Gómez Echeverri anota que “A través de los años, desde el momento que se instaló en territorio colombiano, desarrolló un proyecto pictórico riguroso que desplegaba una evidente familiaridad con los estilos modernos aprendidos en la Academia de Arte de Munich, pero sus temas eran inspirados en su fascinación por la deslumbrante locación que lo acogía”
Con ello, el artista dio cuenta de manera aguda y contundente las marcadas diferencias entre la abstracción caliente -que él relacionaba con la exaltación del caos y la gestualidad como elementos centrales que daba lugar a nuevas formas del arte- y la abstracción fría institucionalizada y repetitiva que primaba en el país.
Una vez hecha esta primera introducción a la vida y obra de Guillermo Wiedemann, quisimos reflexionar por su intención de acercarse a una escuela más modernista y experimental. Por eso queremos preguntarnos, si después de todo: ¿Wiedemann habría cargado la semilla de la Bauhaus consigo, a pesar del rechazo de sus maestros? Y luego al llegar al hemisferio Sur, ¿habría acatado, en cierta medida, las reglas y objetivos de esta escuela?
Si bien, se ha dicho anteriormente, las pinturas y acuarelas de sus primeros años en Colombia reflejan una aprehensión del paisaje y sus habitantes desde un punto totalmente estructural y esquemático, el desarrollo de su producción más abstracta inicia con unas propuestas muy similares a algunos de los principios propuestos por la Bauhaus.
Te compartimos las características de la Bauhaus:
Predilección por las formas simples de criterios ortogonales. Estética funcional donde las líneas rectas y la geometría estricta encuentran su lugar.
Concepción dinámica del espacio arquitectónico.
Uso limitado de materiales como acero, hormigón, y vidrio (nuevos materiales)
Depuración de lo sobresaturado, dejando solamente lo esencial
En algunos bocetos y acuarelas encontramos esta fascinación por la simplificación de los espacios con formas geométricas simples en donde el color, si bien no sigue un patrón conocido, utiliza referentes de alrededor para establecer y crear espacios que reflejen su experiencia en las zonas cálidas del país. Esto se ve reflejado en la búsqueda de recursos que le permitían reproducir las atmósferas húmedas y calurosas, así como “las estructuras lineales que reproducían las arquitecturas arcaicas de aquellos asentamientos en paja y madera sobre las orillas de los ríos y en medio de la selva”. A esto, agrega Echeverry: “Ante las pinturas de Wiedemann, nos encontramos frente a la intención de hacer ver sensaciones de experiencia en aquellos lugares a través de los cuales el artista ató sus afectos al país, sus gentes y paisajes”.
Si bien Wiedemann pudo no haber utilizado los materiales dictados anteriormente descritos se valió de aquellos que tenía a su alcance. Así, en sus obras se ven materiales que provienen de las regiones del Magdalena, como, por ejemplo, la cabuya, el mimbre, los hilos y alambres de pesca, cartón y pinturas de colores primarios. Todo ello para crear composiciones que siguen las propuestas de la Bauhaus: tomar como material lo esencial y funcional para cada situación.
Los ensamblajes de Wiedemann, representaron una ruptura radical con la tradición artística en Colombia y trajeron consigo ideas de la modernidad que huía de Europa. Es gracias a la introducción de los trazos expresionistas y bajo la atmosfera del caribe que se desarrolla un lenguaje abstracto que mantendrá abierta a nuevas visiones a la producción local. Al continuar la idea de alejarse de la argumentación del espacio y dejar que las figuras simples se apoderen de la representación, los artistas que iniciaron su producción a mediados del siglo XX mantuvieron una visión abierta e inclinada hacia la exploración del espacio y las formas. Todo esto con la ayuda de un alemán enamorado del trópico que traía consigo no solo una formación académica formal sino un habido interés por repensar lo que Echeverry describe como eventos efímeros, tangibles e intangibles, visibles e invisibles.