Entrevista a Pedro Ramírez en la emisora HJUT sobre su proyecto FAPA
Pedro Ramírez, profesor asistente del Departamento de Música, habló sobre su proyecto «Música y poesía. Composición de 14 canciones para voz, piano y cuarteto de cuerdas».
“Si no somos nosotros los que propiciamos el encuentro de saberes entre colombianos, ¿quién más lo va a hacer?” Así explica el compositor vallecaucano Pedro Ramírez su interés en fusionar el trabajo de poetas y músicos nacionales en un proyecto de composición para voz, piano y cuarteto de cuerdas en el que estuvo trabajando los últimos cuatro años.
Son tres ciclos de canciones y una canción independiente escritos a partir de poemas de Horacio Benavides, Rómulo Bustos Aguirre y Juan Manuel Roca, que serán interpretados por Valeriano Lanchas, acompañado del pianista Alejandro Roca y del cuarteto de cuerdas Q-Arte.
Para componer, Pedro Ramírez se sumió en la poesía colombiana contemporánea hasta dar con aquellas obras que le movieron esas fibras de emoción que requería para hacer su parte. «Me tocaron los temas, la manera de escribir y todo aquello que es invisible», recuerda el compositor al hablar de la selección de las obras de esos poetas en los que encontró cómplices silenciosos de ese proyecto.
El resultado es, para Horacio Benavides, «una promesa acuciante» puesto que él y sus colegas aún no han escuchado cómo suenan sus letras cantadas en la voz de Lanchas. Si para Ramírez componer para el bajo – barítono es «una fortuna», para el poeta esa curiosidad es como una página en blanco. «Piense usted en alguien formado en cantinas, con música de despecho, para quien lo más elevado ha sido el bolero, esperando la orquesta, la salida del director, la aparición de Valeriano…», escribe en respuesta a un cuestionario al que llamó la plana.
Desde el comienzo, las composiciones están pensadas para él, señala Ramírez, quien ya en 2013 había compuesto otro ciclo para su voz a partir de la poesía de Giovanni Quessep. «Yo quería que mi voz fuera la suya», dice al respecto de este nuevo proyecto con el que logra fusionar la música, la poesía y la colombianidad.
Para hacer las canciones, Pedro Ramírez se forzó a un «aislamiento compositivo» de suma exigencia. «Fue una presión deliciosa», dice ahora ya próximo al estreno de su proyecto en el que –dice emocionado- no le queda «nada más sino sufrir». Pero es un sufrimiento que se goza porque es el momento de ver en escena lo que ha creado y dejar todo en manos de los intérpretes, que para él resultan siendo también creadores. «Con su talento las piezas adquieren una dimensión que no tienen en la partitura que yo escribí».
Y con eso lo que espera es que al público le pase algo al escuchar, que se le muevan las fibras como a él se le movieron con las palabras de los poetas.