Poesía en la voz de Valeriano Lanchas
El bajo-barítono cantará composiciones de Pedro Ramírez inspiradas en las obras de tres poetas colombianos. Las presentaciones serán el 14 de abril en Los Andes, y el 21 de abril en el Museo Nacional.
“Si no somos nosotros los que propiciamos el encuentro de saberes entre colombianos, ¿quién más lo va a hacer?” Así explica el compositor vallecaucano Pedro Ramírez su interés en fusionar el trabajo de poetas y músicos nacionales en un proyecto de composición para voz, piano y cuarteto de cuerdas en el que estuvo trabajando los últimos cuatro años y que estrenará en Bogotá este mes.
Son tres ciclos de canciones y una canción independiente escritos a partir de poemas de Horacio Benavides, Rómulo Bustos Aguirre y Juan Manuel Roca, que serán interpretados por Valeriano Lanchas, acompañado del pianista Alejandro Roca y del cuarteto de cuerdas Q-Arte. Darán dos conciertos abiertos al público: uno el 14 de abril en el Auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes, y el otro el 21 de abril en el Museo Nacional de Colombia.
Para componer, Pedro Ramírez se sumió en la poesía colombiana contemporánea hasta dar con aquellas obras que le movieron esas fibras de emoción que requería para hacer su parte. «Me tocaron los temas, la manera de escribir y todo aquello que es invisible», recuerda el compositor al hablar de la selección de las obras de esos poetas en los que encontró cómplices silenciosos de ese proyecto.
El resultado es, para Horacio Benavides, «una promesa acuciante» puesto que él y sus colegas aún no han escuchado cómo suenan sus letras cantadas en la voz de Lanchas. Si para Ramírez componer para el bajo – barítono es «una fortuna», para el poeta esa curiosidad es como una página en blanco. «Piense usted en alguien formado en cantinas, con música de despecho, para quien lo más elevado ha sido el bolero, esperando la orquesta, la salida del director, la aparición de Valeriano…», escribe en respuesta a un cuestionario al que llamó la plana.
Desde el comienzo, las composiciones están pensadas para él, señala Ramírez, quien ya en 2013 había compuesto otro ciclo para su voz a partir de la poesía de Giovanni Quessep. «Yo quería que mi voz fuera la suya», dice al respecto de este nuevo proyecto con el que logra fusionar la música, la poesía y la colombianidad.
Para hacer las canciones, Pedro Ramírez se forzó a un «aislamiento compositivo» de suma exigencia. «Fue una presión deliciosa», dice ahora ya próximo al estreno de su proyecto en el que –dice emocionado- no le queda «nada más sino sufrir». Pero es un sufrimiento que se goza porque es el momento de ver en escena lo que ha creado y dejar todo en manos de los intérpretes, que para él resultan siendo también creadores. «Con su talento las piezas adquieren una dimensión que no tienen en la partitura que yo escribí».
Y con eso lo que espera es que al público le pase algo al escuchar, que se le muevan las fibras como a él se le movieron con las palabras de los poetas.
Recital ilustrado
El sábado 14 de abril, a las 11:00 a.m., en Los Andes, habrá un recital ilustrado en el que los poetas leerán sus textos y Ramírez hablará sobre su proceso de composición, mientras que los músicos interpretan fragmentos de las canciones. A continuación, se realizará el concierto de estreno.
Conciertos:
Fecha: 14 de abril
Lugar: Auditorio Mario Laserna, Universidad de los Andes.
Hora: 1: 00 p.m.
Fecha: 21 de abril
Lugar: Museo Nacional de Colombia
Hora: 11:30 a.m.
Composiciones
Sobre la tierra y descalzos, ciclo de 4 canciones sobrepoemas de Rómulo Bustos Aguirre.
1. Tu cuerpo desnudo fluyendo
2. Palenquera
3. El pajarero
4. Mandarinas
Habitando espejos, ciclo de 5 canciones sobre poemas de Juan Manuel Roca.
1. Testamento de Edgar Degas
2. Relación de los fetiches
3. Canción del que fabrica los espejos
4. Bosque de lenguas
5. Saga de los viejos pintores
En la Suite Vollard, canción sobre un poema de Juan Manuel Roca.
Lo que un día fue, ciclo de 4 canciones sobre poemas de Horacio Benavides.
1. Lo que un día fue
2. Como una paloma en el cono de luz
3. Te veo a través de la ventana
4. 48
Lo que piensa un poeta cuando su obra se vuelve canción
Cuatro poemas del caucano Horacio Benavides serán interpretadas por la voz de Valeriano Lanchas, en composiciones para voz, piano y cuarteto de cuerdas del músico Pedro Ramírez, profesor de la Universidad de los Andes.
Es un proyecto de cuatro años que logra fusionar música y poesía colombianas. El ciclo incluye canciones creadas a partir de poemas de Rómulo Bustos Aguirre y Juan Manuel Roca y serán interpretadas por el pianista Alejandro Roca y el cuarteto Q-Arte.
Los poemas de Benavides ya han sido musicalizados por artistas como María Mulata y el caleño Orlando López, en un ejercicio que reconoce como democrático. Lo que un día fue, Como una paloma en el cono de luz, Te veo a través de la ventana, y 48 fueron los seleccionados por Pedro Ramírez para la voz de Lanchas. Aquí las impresiones del poeta antes de escucharlas por primera vez:
-¿Cómo recibió la idea de Pedro Ramírez de musicalizar sus obras y justamente esas que escogió?
– La propuesta me cayó de un cielo sereno. Conocí a Pedro en el Festival Internacional de Poesía de Medellín. Por la breve conversación, me di cuenta que conocía gran parte de mi obra. Me lo encontré de nuevo en el Festival de poesía de Pereira, para entonces ya tenía una selección de los poemas que serían musicalizados. En cuanto a la selección, qué te digo que te diré. Por un mínimo conocimiento de la relación texto y música, sé que el compositor no es del todo libre, le puede gustar mucho un poema y saber que a ese poema no se lo podría acordar con la música. Me imagino a Pedro leyendo poemas y aplicándoles la medida hasta dar con los cantables. Sobre los elegidos, no puedo negarlo, son mis hijos.
-¿Cómo se imagina el resultado?
-Tengo mucha curiosidad. Piense usted en alguien formado en cantinas, con música de despecho, para quien lo más elevado ha sido el bolero, esperando a la orquesta, la salida del director, la aparición de Valeriano; una página en blanco y una promesa acuciante.
-Pedro Ramírez quiso trabajar con autores colombianos vivos para tener la posibilidad de interactuar durante el proceso de composición. ¿Cómo ha sido la relación personal y profesional entre ustedes?
-Creo que Pedro es un hombre tímido y este tímido se encuentra con un mudo; la relación ha sido por señas. En un principio, alguna conversación y luego silencio; la noticia de la selección de los poemas, silencio; después las fechas del concierto, la invitación.
-¿Cómo percibe la intención del profesor Ramírez de hacer todo con manos colombianas?
-Pienso que vivimos un buen momento, nos costaba decir Pedro, María, Juan, sancocho, guarapo. Mirábamos por encima del hombro nuestros ritmos. Por lo que veo, los jóvenes se están apropiando de las diversas palabras y han puesto los ojos sobres los sonidos de aquí, y lo están haciendo con un ánimo renovador. Dije aquí, y ese aquí también es allá, venimos de tantas vertientes. Tengo que agradecer a Pedro, en primer lugar, el considerarme vivo, para muchos los poetas están muertos y, en segundo lugar, colombiano, pues soy de la República del Macizo.
-Sus creaciones no solo serán leídas, sino escuchadas, gracias a la interpretación que hará Valeriano Lanchas…
-Siento que eso abre una ventana hacia los otros. Sin los otros no hay poesía. La poesía es un diálogo, es en esencia democrática. El poeta crea unos trazos, el lector u oyente los recrea y completa.
-Y esta no es la primera vez que su poesía se ha vuelto música…
-Esta es una pequeña historia ya larga. A finales de los ochenta, mi hermano Javier Benavides le puso música a cuatro poemas míos, poemas sobre animales. Javier era un músico silvestre con mucho sentido de la composición musical. Las canciones fueron grabadas en casetes, voz y guitarra, en forma elemental, como para conservarlas. Pero mi hermano murió y los casetes desaparecieron. Orlando López, escritor y músico caleño, le puso música a tres poemas de mi libro Sin razón florecer; de estos, Un instante y no volverá a brillar aparece grabado en su álbum Sin plata para el café. La cantante y compositora María Mulata musicalizó mi poema Agua, grabado en su disco De cantos y vuelos. Pablo Benavides, mi hijo, le puso música a Canción para Luna. En vista de tal acogida resolví dejar la poesía, (acá entre nos, fue ella la que me dejó), y dedicarme a escribir canciones.