El inconsciente de Alicia y sus “maravillas” como un trastorno mental  

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Las enfermedades mentales han ido perdiendo su carácter taboo en la sociedad desde hace relativamente poco, por lo que se puede asegurar que no era un tema conversado casualmente en la Era Victoriana (ca. 1837 – 1901) y mucho menos uno que apareciera explícita y conscientemente en la personalidad de los protagonistas de los libros infantiles. Por eso, es muy curioso que Lewis Carroll hubiera creado un personaje que tan claramente muestra el trastorno psiquiátrico más frecuente en niños y adolecentes hoy en día. [1] Alicia, en Las aventuras de Alicia, tiene todos los síntomas y comportamientos que causa el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, especialmente en niñas. Las aventuras de Alicia se publica alrededor de 1865, en plena Era Victoriana, dentro de una sociedad burguesa y conservadora y un contexto que tenía una noción de los trastornos mentales muy básica y prejuiciosa. Esto no significa que los trastornos o enfermedades psicológicas no existieran en esa época, ni que no se presentaran en esa población específica, si no que lo más posible es que no se reconocieran como tal.  

En el caso puntual del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), se cree que hay documentación de sus síntomas desde 1845 en la obra Struwwelpeter, del psiquiatra alemán Heinrich Hoffman, la cual contenía 10 historias breves sobre diversos problemas psiquiátricos de la infancia y la adolescencia. Los síntomas de TDAH aparecen en la historia de un niño llamado ‘Philip el inquieto’ quien no podía mantenerse tranquilo a pesar de las indicaciones para hacerlo. [2] Ahora bien, aunque hay presencia de los síntomas y del indicio de que este niño padecía de este trastorno, no se entendió cómo tal:  

“Es de destacar que Hoffman publicó estas manifestaciones en un libro para niños, lo que pone de relieve que el autor no consideraba estos comportamientos como un trastorno en sí mismo, si bien observó muchos detalles que hoy en día pueden aclarar el establecimiento de un diagnóstico. Probablemente la descripción de estos comportamientos no pretendía más que ejemplificar a los niños como no debían comportarse.” [3]  

Hoy en día, el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con una serie de síntomas comunes que permiten un diagnostico acertado en los niños y niñas que los presenten.  

Ahora bien, para el caso específico de Alicia y su relación con este trastorno, hay que tener en cuenta que en la historia las veces que se ve a una ‘Alicia consciente’ son casi nulas y a quien realmente conocemos es a la ‘Alicia del País de las Maravillas’, es decir la Alicia de sus sueños y de su inconsciente. En este inconsciente, se puede ver claramente como la niña muestra de manera evidente este trastorno mental durante su estadía en el País de las Maravillas y, aunque esta enfermedad ni siquiera tuviera un nombre para la época en la que aparece este libro [4], el personaje de Alicia es un claro ejemplo del mismo. Con esto en mente, el método de este ensayo para demostrar el vínculo entre el personaje de Alicia y el TDAH, será una comparación entre los síntomas oficiales del trastorno y los comportamientos de Alicia donde estos son más evidentes. Por lo tanto, el primer síntoma del que haré uso para este propósito es propuesto por la United Kingdom National Health Service (NHS), y es “tener poca capacidad de atención y distraerse con facilidad”. [5] Esto se ve repetidamente por parte de Alicia a lo largo del libro. Durante toda la historia, podemos ver que el pensamiento de Alicia se desvía de su tarea original y pierde la concentración. Por ejemplo, está el momento en el que cae por el túnel, pero su preocupación está en repasar sus aprendizajes de longitud y latitud. O el momento en el final del capitulo tercero en el que el ratón intenta contarle a Alicia la historia de su vida, pero la niña no es capaz de mantener la concentración simplemente en las palabras del ratón, al tal punto que este se marcha porque fue imposible atraer la atención de Alicia.   

La NHS presenta una lista de varios síntomas donde se va a poder seguir viendo presente esta relación entre la protagonista y el TDAH. [6] Por lo tanto, más adelante en la historia es posible ver como Alicia evoluciona al segundo síntoma que propone esta organización: Cometer errores por descuido, parecer olvidadizo y/o perder cosas. [7] Este síntoma parece prácticamente una característica esencial de la personalidad de Alicia, por la recurrencia del mismo a lo largo de la historia. El primer momento en el que esto es más que evidente, es en sus primeros cambios de tamaño, cuando al llegar al salón después de caer por la madriguera, olvida la botella para crecer encima de la mesa de modo que cuando se encoje ya no la alcanza: “¡ay, pobre Alicia!, al llegar a la puerta se dio cuenta de que se había olvidado la pequeña llave dorada que la abría, y, al volver a la mesa, se dio cuenta de que la llave estaba ahora fuera de su alcance” [8] Pero, esa no es la única vez que la vemos cometer un error de descuido así, pues después de eso, toma la bebida para crecer dentro de la casa del conejo sin pensar en que al crecer ya no podría salir; olvida constantemente los poemas y canciones que se supone que debe saber, y olvida que tiene los pedazos de hongo para cambiar de tamaño en sus propias manos y no los usa en momentos en que los necesita por puro descuido: “Al cabo de un rato se dio cuenta de que aún conservaba los trocitos de seta en las manos, así es que se dedicó a probarlos, mordisqueando ahora el uno y después el otro.” [9] Alicia muestra esta costumbre de forma tan recurrente, y afecta tanto sus decisiones y reacciones a lo largo de toda la trama, que es imposible no tomarlo como un síntoma de algo más profundo que solo descuido infantil, casual e insignificante.   

El siguiente síntoma hace referencia a la dificultad para escuchar, hacer caso o seguir instrucciones. [10] Este no es un síntoma tan evidente como los demás en la personalidad de Alicia, pero sabiendo que hay pruebas del trastorno mental en ella, es importante ponerle atención al par de situaciones específicas donde demuestra este signo. En primer lugar, la vemos mencionarle al ratón y a los demás animales, a su gata y el perro del vecino innumerables veces, olvidando por pura desatención todas las advertencias y peticiones de estos de no nombrarlos más. Esto, al punto que los llega a ofender e incluso en ese momento no es capaz de reconocer su error. [11] Nuevamente, cuando Alicia llega donde el sombrerero y la liebre, la vemos cuestionar constantemente la historia del Lirón, no siendo capaz de sentarse y escuchar, pues no deja que el pobre roedor terminara una frase sin ser interrumpido e interrogado. [12] Luego, vemos que cuando va a oír la historia de la Tortuga falsa, y esta dice, “Pues la voy a contar —les dijo la Tortuga con una voz hueca y profunda—, pero con la condición de que os sentéis aquí y no digáis una sola palabra hasta que haya acabado.” [12] Pasa algo muy parecido que con el Lirón y es que Alicia hace caso omiso de la instrucción e interrumpe seguidamente la historia, mostrando su falta de seguimiento de instrucciones y su dificultad para sentarse y escuchar. En estas tres situaciones se tilda a Alicia de irrespetuosa o de maleducada, pero como se ha podido ver hasta el momento, lo más seguro es que realmente sea efecto de un trastorno mental inidentificado y sin tratar lo que la obliga a portarse de esa manera.   

Los últimos síntomas son el cambiar constantemente de actividad y la dificultad para organizar tareas. [13] Estos también son frecuentes en la historia y vemos a Alicia padecerlos varias veces. El síntoma de cambiar constantemente de actividad es relativamente obvio, pues es prácticamente en lo que se basa la historia, no se concluye ninguna actividad antes de que Alicia ya esté en camino a otra distinta. La niña está en constante movimiento, pasando de lugar en lugar sin una finalidad, pero cambiando de actividad y de ambiente continuamente durante todo el libro. La dificultad para organizar tareas, por otro lado, es evidente en la falta de planeación de Alicia en momentos específicos y determinados a lo largo del libro. Por ejemplo, cuando escapa de la casa del conejo sin saber como va a lograr crecer para poder continuar su recorrido: “¡Dios mío! Casi se me había olvidado que lo primero que debo hacer es crecer. Pero ¿cómo me las voy a arreglar?” [14] Alicia se mueve entre lugares sin ninguna organización, planeación, ni pensamiento a futuro. Lo volvemos a ver cuando sale de la casa de la duquesa y se encuentra con el gato. La vemos sin plan ni meta alguna:  

“¿Podría usted indicarme la dirección que debo seguir desde aquí? —Eso depende —le contestó el Gato— de adónde quieras llegar. —No me importa adónde… —empezó a decir Alicia. —En ese caso, tampoco importa la dirección que tomes —le dijo el Gato. —… con tal de llegar a algún lado —terminó Alicia.” [15]  

La pequeña emprende camino sin pensar en el más mínimo detalle del futuro, sin organizar sus tareas ni sus metas. Lo que termina de demostrar que, en el libro, podemos ver a una Alicia que a partir de su subconsciente nos muestra claros síntomas de Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.  

Retomando, Alicia, la protagonista de Las Aventuras de Alicia, representa a una niña que evidentemente padece TDAH. Es una niña que tiene poca capacidad de atención y se distrae con facilidad; comete errores por descuido, es olvidadiza y/o pierde cosas constantemente; tiene gran dificultad para escuchar, hacer caso o seguir instrucciones; y finalmente, cambia constantemente de actividad y evidencia dificultad para organizar tareas. Como ya se estudió, el hecho de que la salud mental y las enfermedades psicológicas no fueran un tema convencional o normalizado durante el siglo XIX, especialmente durante el mandato de la Reina Victoria en Inglaterra, no significa que muchos de los trastornos psiquiátricos y psicológicos que se conocen hoy en día no existieran, ni que no hubiera personas que vivieran con ellos todas sus vidas sin saberlo o sin identificar ninguna irregularidad con su psicología. Probablemente, este tipo de síntomas, como los del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, se tomarán por sentados y se asumiera que era una parte normal de la personalidad de algunos niños como ‘Philip el inquieto’ en el libro de Hoffmann. Así, explicando porqué que Lewis Carroll fue capaz de crear un personaje que tan claramente muestra este trastorno psiquiátrico, dentro de su contexto social e histórico.  

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Notas:  

[1] “Definition” Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (ADHD), National Institute of Mental Health. Accedido noviembre 9, 2020: https://www.nimh.nih.gov/health/statistics/attention-deficit-hyperactivity-disorder-adhd.shtml.

[2] Navarro González, García Villamizar “El concepto de hiperactividad infantil en perspectiva: Breve análisis de su evolución histórica” Revista de la Psicología 31, no. 4 (2010) pg. 24-25.

[3] Lewis Carroll, Las aventuras de Alicia (Nueva York: anónima, 1961) pg. 25.

[4] “El trastorno con síntomas similares al TDAH apareció por primera vez en la (APA) de la American Psychiatric Association `Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM)` en 1968. Se llama `reacción hipercinético de la infancia, que se consideraba el principal síntoma de hiperactividad”.

[5] “Symptoms” Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD), United Kingdom National Health Service, Accedido noviembre 9, 2020: https://www.nhs.uk/conditions/attention-deficit-hyperactivity-disorder-adhd/symptoms/.

[6] Carroll, Las aventuras de Alicia, pg. 32-33.

[7] “Symptoms” Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD).

[8] Carroll, Las Aventuras de Alicia, pg. 17.

[9] Ibíd. pg. 51.

[10] “Symptoms” Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD). 

[11] Carroll, Las Aventuras de Alicia pg. 25-33.

[12] Ibíd. pg. 69.

[13] Ibíd. pg. 90.

[14] “Symptoms” Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD). 

[15] Carroll, Las Aventuras de Alicia. pg. 43.

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Bibliografía:  

Carroll, Lewis, Las Aventuras de Alicia. Nueva York: anónima, 1961.

National Institute of Mental Health, “Definition”. Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (ADHD), Accedido noviembre 9, 2020: https://www.nimh.nih.gov/health/statistics/attention-deficit-hyperactivity-disorder-adhd.shtml.

Navarro González, García Villamizar “El concepto de hiperactividad infantil en perspectiva: Breve análisis de su evolución histórica” Publicaciones de la Universidad de Valencia: Revista de la Psicología 31, no. 4 (2010) pg. 24-25.

United Kingdom National Health Service, “Symptoms”. Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD), Accedido noviembre 9, 2020: https://www.nhs.uk/conditions/attention-deficit-hyperactivity-disorder-adhd/symptoms/.

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Estudiante de Historia del Arte con Opción en Gestión de las artes y la cultura y Opción en Lengua y cultura italiana · g.jaramillo1@uniandes.edu.co

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